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martes, 9 de noviembre de 2010

Cantel

Cantel pertenece al Departamento de Quetzaltenango, y se piensa que su nombre proviene de Q´antil que quiere decir serpiente amarilla (agkistroden bilinoatus) una vibora sumamente peligrosa por su veneno, hoy ya extinguida en el municipio, Para otros el nombre proviene de nuestros antepasados y deriva del vocablo K´iche “Can” o “Kan” que significa amarillo y “Tel” que significa roca, “Racas Amarillas”.

El municipio de Cantel fue fundado aproximadamente en la fecha de 1,580 por una familia de Totonicapán. De acuerdo con la tradición oral, el pueblo de Cantel originalmente estuvo asentando en el sitio que ocupa en la actualidad la Aldea de Pasac I, pero tras un gran terremoto quedó sepultado bajo las rocas obligando a la población a trasladarse a otro lugar.

Su fiesta titular se celebra en honor a la Virgen María de los Ángeles, del 12 al 17 de Agosto de cada año, Según la tradición oral, fue por la iniciativa de los pobladores de contar con una iglesia propia, que se encontró una Virgen de Asunción debajo de un ciprés, lugar donde actualmente esta construida la Iglesia Católica. Se dice que esta imagen en un principio fue trasladada a otra catedral, pero desapareció y luego apareció nuevamente junto al ciprés, lo que motivo a los pobladores construir su iglesia en ese lugar, constituyéndose la misma como cabecera municipal, En el año de 1,915 se hizo una remodelación de la Iglesia durante la cuál se tuvieron que hacer excavaciones, encontrándose efectivamente debajo del altar mayor vestigios de un tronco de ciprés.

Debido a la influencia que la iglesia tuvo durante y después de la época de la colonia, este lugar era visitado frecuentemente por miembros del clero, quienes registraban documentalmente sus visitas. Esta es la razón por la cual encontramos en una documento que data de 1689 que este lugar es mencionado con el nombre de Asunción Cantel y era considerado para ese entonces como pueblo de visita de la parroquia del Espíritu Santo de Quetzaltenango.

Reafirmado lo anterior, tenemos Según datos históricos que con ocasión de la visita que el Obispo Pedro Cortes Larraz realizara a todas las parroquias de Guatemala y El Salvador, el mismo da cuenta en su crónica de 1,770 que a este pueblo se le conoce como “Asunción de Cantel”, el cual contaba en ese entonces con una población de 505 personas. Posteriormente, en la tabla de división territorial del Estado de Guatemala, elaborada en 1,836 para la administración de justicia por el sistema de jurados, aparece Cantel como pueblo integrante del circuito de Quetzaltenango, Desde su creación como municipio han pasado muchas autoridades ediles que han aportado al municipio su iniciativa y trabajo comprometiendo para el bienestar de su pueblo. Para información de las actuales y futuras generaciones es importante resaltar algunos de los acontecimientos que han contribuido a cimentar un carácter férreo en la población cantelense. Entre ellos destaca el hecho de que debido a la importancia que el Río Samala, en 1,880, en pleno época de la Reforma durante el gobierno de Justo Rufina Barrios, el señor Delfino Sánchez, Ministro de Fomento, habiendo identificado este potencial, promovió y obtuvo a su favor el derecho exclusivo por un periodo de 10 años de establecer la Fábrica de Hilador y Tejidos en la República.

En base a dicha concesión el “señor ministro” estableció la Fabrica de Hilados y Tejidos Cantel, en las márgenes del Río, aprovechando la mano de obra existente, la cual consistía en un conocimiento milenario de la población en materia de tejidos e hilados y agregado a esto la situación geográfica del municipio por su cercanía al importante mercado quezalteco y los municipios circunvecinos, principales demandantes de sus productos, Para ello implantó una serie de medidas entre las que estaba la afectación de tierras ejidales del municipio, (y las cuales al final se lo despojaron) que le permitieran contar con el espacio a las márgenes del río para instalar allí la fábrica a dicha iniciativa. Según la tradición oral de Cantel, la municipalidad local se opuso desde un comienzo a que se cedieran dichas tierras ejidales. Esta disposición por parte de un gobierno local provocó una reacción sin precedentes por parte del Estado, el cual procedió a la represión y persecución de los miembros de la Corporación Municipal, quienes luego de ser aprehendidos fueron “pasados por las armas”